La felicidad la encontramos de acuerdo con nuestra actitud frente a la vida
¿Porque tenga carro último modelo, casa en estrato seis, cuenta en un banco, vista ropa de Oscar de la Renta y sus hijos estudien en colegios con pensiones caras; cree ser más feliz, merecedor de privilegios y ser más importante que aquel personaje residente en una casa humilde, honrado, trabajador, buen padre y respetuoso de las leyes?
Cuan equivocado estamos los imaginantes de la absoluta verdad frente a tal situación.
Julián Martínez cerró el quitipon sin bajarse del burro, con el garabato había soltado la lazada sin púas del alambre broche y después de cerrarlo apuró al jumento para llegar a la puerta de la vivienda de donde salió Rosa sonriente y dispuesta a ayudarlo a bajar los mochilones donde reposaban las yucas, plátanos, malangas, mazorcas y demás viandas complementarias para la alimentación de la familia durante el fin de semana, luego de lo esencial para guardar la provisión y del regreso de Julianito después de haber soltado en el potrero aledaño a “El Morito”, nombre del principal medio de transportes de la familia Martínez Colón, se reunieron los cuatro después de que Omaida, la menos del grupo se adhiriera a sus padres y su hermano a un coloquio alrededor de la mesa ubicada al frente de la hornilla donde Rosa acababa de bajar del fogón una olla con humeante y fresco café con el cual se iniciaba la comida de la tarde.
Hablaban por turnos sobre los temas del colegio de los jovencitos y de la maestra de la vereda, de los conejos capturados con los lazos de alambre liso puestos por Julianito, Omaida se refería a los tendidos de ropa sostenidos por la troja donde las hortalizas alzadas para evitar a las gallinas, necesitaban una reparación y Rosa ponía al tanto al grupo sobre su viaje al poblado para comprar sal, aceite y azúcar.
En la noche cada quien sobre una poltrona en el patio a cielo abierto, observaban la luna, mirraban en el trasluz a las candilejas y los cucuyos, escucharon juntos los sonidos del campo, olieron los aromas de los heliotropos crecidos en las orillas de la acequia cercana y narraron cuentos criollos e historias de antepasados muertos y vivos en sus memorias.
En una parte de la ciudad, Álvaro Muñoz entró conduciendo su carro al garaje, bajó corriendo, gritó a Carmen, la de servicios generales, para encontrar servido en la mesa el almuerzo hasta las seis de la tarde no había podido ingerir nada, miró sobre la mesa los 20 recibos de cobro de las mensualidaddes de: agua, luz, cable, gas, periódico, internet, colegio, universidad, casa, teléfono, celular, obligaciones bancarias Etc. Algunos de ellos estaban atrasados o con una orden de corte señalado por una tijera pintada; eso lo mortificó un poco, luego se exaltó cuando se enteró sobre la ausencia de su esposa, quien estaba al parecer conversando con amigas en el club, la hija mayor se había ido de paseo en el automóvil nuevo con el novio y el menorcito había llamado por teléfono para decir que dormiría en casa de la vecina del dueño del almacén más grande de la ciudad.
Álvaro se molestó cuando aligeraba los alimentos fríos, la muchacha solo lo había esperado un poco para luego salir a la puerta a hablar con el celador del barrio; no había encontrado las madias parecidas al color de su pantalón, una orden de embargo del Juzgado civil estaba pisada por el frutero de la mesa del comedor y debía apresurarse si quería llegar a tiempo al sitio donde lo esperaba un comprador de ganado de quien había ya recibido un dinero y se disponía a visitar la finca para llevarse las vacas negociadas en días pasados y de las cuales algunas estaban muertas por efectos de la aftosa.
No quiero ahondar más, pero podemos sacar conclusiones en cual de los dos grupos está presente con mayor énfasis la felicidad.
Esta es una historia real, tomada de las constantes visitas realizadas en el entorno donde me muevo. Agréguele a sus cavilaciones después de leerme; muchos ingredientes más noconsignagnados acá por cuestiones de espacios periodísticos y, podrá concluir sobre la importancia de tener dinero y la de ser felíz sin la necesidad prioritaria de tenerlo por montones.
Espectacular escrito
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