miércoles, 11 de enero de 2012

DESAPARECIÓ LA FIGURA DEL FRAY


*Uno de ellos ayudó a forjar mi vida, otro me enseñó a ser laborioso.

Por Rodrigo Rieder Durán

Las primeras enseñanzas que recibí fue de un fray en Codazzi. Como no recuerdo el
nombre de ese enérgico hombre que con libros FTD, catecismo Astete y cartilla Alegría de Leer, me enseñó las cuatro operaciones matemáticas básicas y lo concerniente a y esencial en gramática, higiene, urbanidad, historia patria y cívica, quiero rendirle un homenaje a ese
primer religioso anónimo quién en épocas de Rojas Pinilla me enseñó a ser
conservador.

El homenaje es a la figura de Fray, hoy casi perdida en la vida de los religiosos católicos occidentales del profesor de mi vida arriba citado; esa deferencia la centro en Fray
Carmelo de la Punta de Valencia.

Él había llegado a Colombia en el año de 1894, recorrió la Guajira al lado de las Terciarias Capuchinas luego fue a San Sebastián, hoy Nabusimake llegando a Codazzi en la década
de los 30. Fray Carmelo había nacido en el caserío marítimo de la Punta (Valencia) el día 7 de enero de 1883. Se le puso por nombre Ramón. Su madre, Vicenta Real, murió a consecuencias del parto. Su padre, José Rodrigo, le educó cristianamente y desde muy jovencito lo dedicó a las faenas agrícolas.

Desde entonces sintió la vocación religiosa que él alimentaba colaborando con el cura párroco de Valencia España, tierra donde nació mi abuela paterna Paulina Tenas Anglés de Rieder.

EN CODAZZI CON JUBILO HIMENSO

Fray Carmelo, un hombre de escasa cultura académica, pues solo había estudiado unos cursos de primaria en la escuela de su pueblo, se convierte poco a poco en un hombre imprescindible en marcar las directrices pastorales en el trato con los indigenas motilones.

En esta primera etapa tiene la oportunidad de adentrarse en la cultura indígena y chapurrear el idioma yuko en la zona de Becerril, que en esos tiempos pertenecía al municipio de La Paz, igual a Codazzi. Acompañaba al sacerdote Camilo por las distintas rancherías de los indigenas esparcidas por toda la sierra de Perijá (San Jenaro, Sokorpa, Sokomba, Sikakao, San José, La Cumbre, Sikarare, El Milagro, etc...). Incluso, en ocasiones, le tocaba estar sólo. Estando en Becerril con el padre Camilo les llega la noticia de que el invierno ha arrasado la casa misión de la sabana de San Jenaro. Carmelo es enviado a arreglarla por parte de su superior y lo logra..

Ya curtido misionero, le habían destinado a ejercer labores domésticas sucesivamente en los recién inaugurados orfelinatos de San Sebastián y La Sierrita, para incorporarse definitivamente mas tarde a Codazzi a partir del año 1935. Desde entonces, Codazzi se convertiría en su hogar, su delicia, el objeto de sus amores.

En Codazzi, aparte de atender a los niños del internado y a los indigenas que con cierta
periodicidad bajan de la sierra, se dedica a cultivar la huerta de la Trinidad, contigua al orfanato,donde está actualmente el cementerio de la población "que estaba hecha un esqueleto e invadida por cerdos salvajes que andaban por la zona en esa época."

Fray Carmelo la convierte en un vergel de esperanzas, aprovechando el canal, que desde el
río Espíritu Santo conduce las aguas hasta el actual Codazzi, hoy esas asequias desaparecieron y que fueran construidas por el padre Andrés de Oliva, al fundar el pueblito muchos años atrás con el nombre de Espiritu Santo en el siglo XVIII.

En la finca construye varias acequias que riegan los distintos bancales y produce en
abundancia las hortalizas propias del terreno.

En 1947 Carmelo recibe el mandato del Superior Regular de escribir sus memorias misionales. Con toda humildad pone manos a la obra, a pesar de cometer tres faltas de ortografía cada dos palabras, dejó un escrito interesantí­simo, vivo y descriptivo de lo que es la vida de la misión y del misionero.

Recién llegado a Codazzi en esa segunda etapa de vida misionera, Monseñor Bienvenido
le encarga la delicada misión de acompañar al etnólogo alemán Doctor Gustavo Bolinder, quien se bajó en casa de Rodolfo Rieder Herold, mi abuelo y esposo de Paulina Tenas, en una expedición científica por la Sierra de Perijá.

Acertada elección de un baquiano del terreno y de la cultura indígena. Se detuvieron en San Jenaro, Menastara y Sikakao, y de vuelta por Ven­ezuela, regresaron a Colombia. Bolinder encontró en la persona de este sencillo misionero un gran caudal de datos científicos, que recogió en su obra "Indios de los Nevados Tropicales", y en diversos artículos publicados en revistas
científicas alemanas

La última vez que lo vi en la parroquia llevaba una llave en la mano para abrir un depósito de chécheres viejos que le había encargado el padre Generoso Ballestas por allá en los años de 1966 si no estoy mal recordando.

Fue enviado a España por la curia ya viejo por el Obispo Roigs y Villalba. Al despedirse, Fray Carmelo, nimbado de ternura y sencillez, le dice al obispo: "Papaito, ¿puedo seguir siendo su cirineo?". Y fundiéndose en un fuerte abrazo, hasta derramar abundantes lágrimas, el obispo le contesta: "Tú seguirás siendo mi cirineo, hasta el día de mi muerte". Fray, Carmelo murió en Valencia con fama de santidad el 4 de febrero de 1977.

Hoy lo recuerdo con la nostalgia del hombre maduro, como el codasence que vivió etapas en su pueblo y que hoy las recuerda con cariño, como deben recordarla muchos de mis paisanos regados por el mundo.

QUE ES SER FRAY

Fraile, del latín "frater"significa hermano, es el nombre utilizado para referirse en la Iglesia Católica a losmiembros de las Órdenes Mendicantes nacidas en el Siglo XIII predicando la renuncia a las riquezas materiales y la acción apostólica y evangelizadora. El significado de
"hermano" implica la existencia de relaciones de fraternidad entre los integrantes de la comunidad. En estas órdenes (Dominicos, Mercedarios, Franciscanos, Agustinos, Carmelitas, etc.) es común utilizar el término "fray" como prefijo; ejemplo: fray Bartolomé de las Casas.
Un fray se diferencia de un monje o cura en que su ministerio lo lleva a trabajar por el Reino de Dios fuera del monasterio, mientras que, tradicionalmente, el monje o cura de otros tiempos normalmente no salían de su monasterio o parroquia, en el que se dedicaban a la oración y las labores internas. El monje se identifica con su monasterio mientras que los frailes suelen ser cambiados de lugar según los superiores lo necesiten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario