El pico más alto de masacres en Colombia en 2022 se
registró durante los primeros 100 días del mandato del actual presidente de
Colombia, Gustavo Petro. Además, las cifras
oficiales mostrarían un subregistro de homicidios colectivos, con respecto a
los datos que ha recabado la sociedad civil. Esas son algunas de las
conclusiones a las que llegó la Fundación
Paz y Reconciliación (Pares) en su informe de
gestión sobre el arranque del nuevo periodo presidencial.
Según el reporte de “Pares”, entre el 7 de agosto
—fecha de la posesión de Petro— y el 27 de octubre ocurrieron 32
masacres, mientras que el Ministerio de Defensa apenas llevaba 25 en su
cuenta. En agosto ocurrió el pico de masacres más altas de este periodo: 16
casos.
Los departamentos con más casos fueron Cauca y (cuatro
casos), Bolívar y Bogotá (tres casos
respectivamente). En total, hubo masacres en 14 de los 32 departamentos del
territorio nacional y las zonas más vulnerables fueron las de costa y frontera.
Además, el número de casos y víctimas de masacres y desplazamientos forzados también va en aumento. En el caso de los confinamientos forzados, el número disminuyó a nivel nacional pero está concentrado —y en aumento— en tres departamentos, principalmente en regiones habitadas por poblaciones indígenas y afrocolombianas.
Para “Pares”, la situación de violencia en estos
primeros meses de Petro no habría cambiado mucho en los territorios. En
general, señaló el informe, “ninguna de las experiencias previas de
sometimiento a la justicia, ni tampoco los procesos de paz anteriores, ni el
actual en Colombia, han logrado evitar que nuevas violencias organizadas se
conformen. Esto fue claro en grupos que se conformaron después de procesos de
desmovilización o sometimiento, como el Clan del Golfo o AGC”.